La Sirena y el Centauro aparecen juntos, y generalmente afrontados, en los capiteles y canecillos de las iglesias y ermitas, asi como en los Bestiarios del siglo XII. Ambos antagonistas son híbridos semihumanos.
Antes, desde el comienzo del románico, al lado de la mujer con las piernas levantadas aparece el hombre, la mayor parte de las veces en canecillos contiguos.
Esta representación de la Sirena y el Centauro que le apunta con su arco, la podemos encontrar en distintas localizaciones como:
Santiago de Compostela. Portada de Platerias en la Catedral.
Estella. Iglesia de San Pedro de la Rúa.
Requijada. Ermita de Nuestra Señora de las Vegas.
Amusco. Iglesia paroquial de San Pedro.
Cereceda. Iglesia parroquial.
Pineda de la Sierra. Iglesia parroquial de Santa Juliana.
Pinillos de Esgueva. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Breixa. Iglesia de Santiago.
Sallent de Gállego. Iglesia parroquial de Santa María.
Huesca. Iglesia de San Pedro el Viejo.
Almudevar. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Peralta de Alcofea. Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
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